La investigación médico legal de la muerte y de otras circunstancias, como por ejemplo el aborto, los delitos sexuales y la muerte súbita, se realiza a través de métodos y procedimientos científicos, el examen del lugar del hecho y la historia clínica, elementos básicos para determinar la existencia de un acto criminal. La autopsia es el método más empleado e importante. Todas las etapas del accionar del médico legista deben realizarse con las mayores garantías de efectividad y seriedad operativa, que no pueden estar sujetas a improvisación. Si no se cumple esta norma básica, cabe la posibilidad de que importantes evidencias no se registren, la descripción de las lesiones sea inadecuada y la recolección de materiales para el laboratorio adolezca de serias deficiencias. El empleo de protocolos evita que se produzcan estos inconvenientes, al actuar como guías y Ayuda memoria para el médico legalista, que es conciente de la complejidad de los problemas que afronta y está deseoso de obrar profesionalmente de modo intachable. Para ayudarlo en la práctica, el autor de este libro, fundamentándose en la información más moderna, presenta no solo un protocolo general de autopsia, con posibilidades de variables, sino otros para diversas circunstancias de la labor.