La idea del autor con esta obra es orientar correctamente al no especializado en hematología tras el examen directo de los informes aportados por las actuales máquinas disponibles en el laboratorio hematológico aunque no descarta en ningún momento la labor del hematólogo, que continúa siendo crucial en cuanto a la observación en su microscopio de las células hemáticas. El público objetivo de la obra es el estudiante, el enfermero y aquel médico no especializado en cuestiones de sangre y que sienta algún interés en la materia para quienes en la obra se aportan explicaciones para interpretar las modificaciones que pueden apreciar en el examen elemental de la sangre en sus pacientes, tras ofrecer unas breves explicaciones elementales de tipo fisiológico que faciliten su comprensión. La sangre y los cambios que en ella pueden aparecer son de gran interés en relación con el estado general del paciente; por ello hay que contar con conocimientos básicos de lo que puede aportar su estudio elemental -mediante los modernos aparatos analizadores-, pues los cambios apreciados son, con frecuencia, reflejo de alteraciones en diferente órganos o sistemas, atribuibles a una verdadera enfermedad de la médula ósea.