En estos tiempos de diásporas y convergencias, de paradigmas y paradojas, el juego de la vida se intensifica de tal manera que “TECNÉ” no resiste más pedidos de auxilio... Y, consciente de sus límites, radicaliza el ENCUENTRO. Va en búsqueda de alianzas, de acuerdos, en un “joint-venture” con el ser, el hacer, el tener y el trascender.
Juegos cooperativos es un estar junto-consciente, consecuente y liberador; un camino seguro, potenciador de las energías del grupo, sin pérdidas de individualidad. No es una dinámica de grupo a la vieja usanza, donde tantas veces la auténtica tecnología (práctica y teoría) da lugar a formas paralizantes, incluso peligrosas, generando efectos como los de la “electrocultura”.
Juegos cooperativos, practicado y “enseñado” por Fábio, tiene la dulzura y la fuerza del misterio. Si alfabetizáramos con Juegos cooperativos, crearíamos un nuevo lenguaje, un lenguaje capaz de mejorar a los hombres-mujeres y, en consecuencia, de mejorar el mundo.