En el último tercio del siglo XVIII el gobierno español llevó a cabo una reforma de su imperio americano. No cabe duda de que fue necesaria por la situación en que éste se hallaba, pero su profundidad, finalidad y resultados, bastante dispares, así como el efecto que tuvo en los posteriores movimientos de independencia han sido tradicionalmente objeto prioritario de la investigación y el debate historiográfico. Al análisis de esta importante reforma desde la perspectiva de la economía se dedica la primera parte del libro.
La segunda parte examina la estructura, el crecimiento y las relaciones económicas con la metrópoli de las dos últimas colonias que conservó España en América tras los procesos de emancipación de principios del siglo XIX Puerto Rico y Cuba. Se estudian comparativamente los resultados que en ellas tuvieron las referidas reformas, prestando especial atención a la demografía, por la importancia que la esclavitud y la inmigración tuvieron en el proceso de especialización productiva que se inició en ambos territorios, y se intenta reconstruir su producto para evaluar con precisión el impacto de esta última, del mantenimiento del dominio español, de la progresiva concentración de su comercio en el mercado de Estados Unidos y, finalmente, de su independencia en 1898.