Todas las sociedades tienen su imagen y la del tardocapitalismo es la fotografía: entender sus repercusiones como forma técnica ayuda a comprender cómo la lógica de producción industrial y masiva se asocia a la incesante formación de imaginarios socioculturales.

Depositaria de una gama de funciones virtuales, la fotografía es un medio técnico que se actualiza continua y pluralmente en el ámbito sociocultural. Esa es la idea central del presente libro de André Rouillé, quien claramente se desmarca de la definición ontológica de la fotografía (por ejemplo, la de André Bazin y Roland Barthes) para en cambio describirla como un “devenir” manifiesto en una multiplicidad de funciones y formas a lo largo de casi dos siglos.

Más allá de la historia, la verdadera apuesta de este libro es poner “la fotografía al derecho”: pensarla como una técnica en continuo proceso de transformación, fluida y plural, inherentemente vinculada a la praxis económica y social. Lejos de concebir a la fotografía instrumentalmente como una “herramienta” para representar personas, cosas y acciones, Rouillé la entiende como una técnica productiva y reproductiva que opera dialécticamente en el seno de la cultura capitalista.