LA ISLA SIN MAR (1987) es la última novela de este autor, la cual, con Yvypóra y Diagonal de sangre, forma una trilogía. Rivarola estaba enfermo de cáncer y había perdido mucho del optimismo antes apuntado.

Osvaldo González Real explica con su reconocida perspicacia, el impulso orientador de La isla sin mar. "En esta novela excepcional -explica González Real- ...asistimos a la despiadada y lúcida búsqueda de un sentido, de una clave que explique el absurdo destino a que están condenados los pueblos que, como el paraguayo, transitan al margen de la historia de la humanidad, encerrados en una mediterraneidad fiscia y espiritual; y que, con el subdesarrollo económico, arrastran un pasado mítico que no parece adecuarse a la racionalidad que implica la civilización. Sus protagonistas son mitad seres de carne y hueso, mitad sueños o fantasmas o alucinaciones... la "atribulada historia" del Paraguay es un intento de encontrar una salida. A través de luchas sangrientas ha tratado de encontrar su propia identidad como pueblo con destino significativo. Esta novela de Juan Bautista Rivarola Matto es la historia de la búsqueda de ese significado"