Este esperado primer libro individual de Blas Brítez contiene siete cuentos muy cuidados en fondo y forma; son textos escritos con paciencia monacal y pasión genuina. Destella en estas páginas una irrenunciable voluntad de estilo que da protagonismo al lenguaje, a través de una prosa que roza en muchos momentos ese misterio inquietante que es la perfección. Un viaje sin escalas hacia el goce estético.