Obra fundante de la reflexión sobre la metodología del actor, La paradoja del comediante es un texto contradictorio y brillante a la vez.
Lo paradójico del oficio de comediante es que, siendo la técnica imprescindible, esa que, siendo la técnica encorseta la libertad del pensamiento de la coexistencia y simultaneidad de la técnica y la sensibilidad. Sostiene Denis Diderot (1713-1784): Lo que torna sublime al hombre es cierto temperamento, mezcla de sentido común y ardor.