Los profesionales de la salud se basan en el laboratorio clínico y en pruebas de laboratorio como información de evaluación importante para la planeación, la ejecución y evaluación de los cuidados del paciente. Quizá aún más importante es el hecho de que los datos pueden ser invaluables para la educación del paciente antes y después de la prueba en cuestión. Puede ayudar al individuo y a su familia a comprender y a cooperar con el propósito y el proceso del examen, así como para indicarle el impacto que los resultados tienen sobre el diagnóstico médico, las necesidades de enfermería, el plan de tratamiento y la recuperación final. Por su parte, la falta de conocimientos puede incrementar la ansiedad acerca de una experiencia que pudiera ser atemorizante, en especial si se desconoce el proceso del estudio. El temor o la falta de comprensión pueden disminuir la capacidad del paciente para cooperar íntegramente, lo cual tal vez aumente la necesidad de repetir la prueba.