Es común escuchar a los padres de familia quejarse porque a sus hijos no les gusta o no les interesa leer, a pesar de que saben la importancia que tiene la lectura para ampliar sus conocimientos.
El problema no es que le hijo que sea flojo o testarudo, sino que, por error, todos creemos leer es una tarea, una obligación o algo por completo aburrido, cuando en realidad puede ser un entretenido juego.
Leer es divertido acerca a los niños a la lectura mediante una novedosa técnica, llamada leer jugando, que convertirá a sus hijos en lectores ágiles y avezados, con gran velocidad en la lectura y un notable incremento de vocabulario.