Estamos viviendo una época de grandes y profundos cambios. Los tiempos modernos, como los llamo Paul Johnson, encuentran a la humanidad subsumida en transformaciones radicales e irreversibles.
La realidad nos muestra cotidianamente transformaciones culturales jamá imaginadas, slvo en la mente y pluma soñadora de Julio Verne.
El hombre moderno esta desbordado, superado, sobrepasado por el desarrollo tecnológico.
El siglo XX y su delfín el XXI son testigos calificados de cambios verdaderamente revolucionarios. Los avances científicos y tecnológicos en todas las áreas de la actividad humana y la expansión explosiva de la informacion han cambiado radicalmente los hábitos de los hombres, sus relaciones, sus necesidades, sus anhelos y proyectos, sus valores, en valores, en síntesis su manera y forma de vivir.
Basta hacer una somera y breve mirada retrospectiva a los descubrimientos e invents de las ultimas décadas para darnos cuenta de que el siglo que nos dejo vivenció dos grandes revoluciones vinculadas estrecha y simbólicamente la una con la otra: La Revolución Científico-Técnica y la Revolución de la información.