Si el camino de la sinodalidad al que nos invita el papa Francisco tiene que andarse, explorarse y confirmarse con afán, son los catequistas y los evangelizadores los primeros sujetos que deben hacerlo; de esta manera se convertirán en agentes de la sinodalidad y estarán en la primera línea de los procesos de acompañamiento pastoral. Esta obra busca ser una ruta formativa para ellos, para estar a la altura de la impostergable renovación y la sinodalidad, contagiando un ministerio que logre agentes de pastoral más alegres, hombres y mujeres de profunda fe y madurez humana, que participen activamente en la vida de la comunidad cristiana, que puedan ser acogedores, generosos y vivan en comunión fraterna (AM 8).
Incluye propuestas y sugerencias para trabajar personalmente y en comunidad.