La salud de una población es el resultado de las interacciones entre los factores ambientales, el comportamiento y el "equipamiento" genético de las personas.
Las diferencias en salud y enfermedad entre poblaciones son producto de las condiciones de vida así como de relaciones económicas y políticas. Los principales factores de las enfermedades son las malas condiciones sociales y económicas. En cambio, una esperanza de vida elevada y un grado de salud alto son el resultado del buen hacer económico y político, del bienestar y del progreso de la medicina. En los países industrializados occidentales encontramos un bienestar y una abundancia sin precedentes en la historia de la humanidad, tanto en su extensión geográfica como en su perdurabilidad. No obstante, de la mano de este bienestar y abundancia vienen también riesgos para la salud y enfermedades.