Londres, siglo XIX. La solitaria lady Elizabeth Harcourt anhela con desesperación algo que le dé sentido a su vida. Entonces, conoce al pintor Gabriel Cristofore, que insiste en retratarla, con el pretexto de hacerle justicia a su belleza, pero pronto se da cuenta de que la verdadera pasión de él es el arte de la seducción.
Desde su primer encuentro, Gabriel supo que el cuerpo inmaculado de Elizabeth prometía un placer absoluto a quien lograra conquistarla. Inquieto, se debate entre el inmediato deseo de seducirla y postergar ese impulso. Por primera vez, Gabriel descubrirá que el corazón puede imponerse sobre las aventuras.