La presente versión del Poema del Mio Cid tiene la afortunada presencia del lenguaje pausado e inmutable de Don Pedro Salinas, el celebre autor de la La voz a ti debida, Razón de amor y la bomba invisible.
Un personaje se yergue altivo a lo largo de este cantar: es Rodrigo Diaz de Vivar, el guerrero que simbolizan la fidelidad del caballero medieval y que encarna el fin justo de las acciones valientes y rectas de un hombre frente a sus enemigos. Guerras, religión, duelos, pendones, amor y justicia se funden aquí para convertirse en uno de los más importantes monumentos de la lengua española.