Las palabras deben ser música para el cerebro, eso es lo que debió intuir Pedro al ir tejiendo cada página de este libro. Durante el peregrinaje interno, el autor aparta el ruido instalado en el pensar futbolístico y ubica en el trono preferencial la verdadera esencia: emoción y fútbol.
Apreciado lector, tengo pleno convencimiento que a través del sendero de esta lectura, conseguirá despertar el deseo de seguir subiendo escalones.