La orientación intelectual que considera los problemas sociales como asignatura académica se remonta a mediados del siglo XIX, aunque no es hasta 1952 cuando se crea en Estados Unidos la Sociedad para el Estudio de los Problemas Sociales.
Esta obra se inserta en esta tradición. En primer lugar se presentan las variadas definiciones de "problema social" que se han propuesto a lo largo de los años, así como los diversos enfoques teóricos que se han venido utilizando en su estudio. A continuación, a partir del capítulo III, el libro se concentra en el examen, tanto teórico como empírico, de la desigualdad, la pobreza y la exclusión social, proporcionando respuestas a dos interrogantes: cómo se ha tratado de explicar la existencia y persistencia de cada uno de estos hechos sociales y cuál es y cómo ha evolucionado el grado de desigualdad, la extensión de la pobreza y el alcance de la exclusión social.