Tiene mucho sentido hablar del reciclado y de la recuperación de materiales desde el punto de vista del manejo seguro de los recursos no renovables incluyendo la energía, y mucho más luego de la crisis del petróleo y el alza en el precio del mismo a partir de 1973. La recuperación de metales no ferrosos tiene gran mérito debido a que su disposición después del uso o como residuo en desechos desde operaciones de fundición puede causar contaminación de suelos y afectar suministros presentes y futuros de agua. El reciclado, por lo tanto, ayuda a proteger el ambiente reduciendo los riesgos asociados con disposición de colas o relaves así como también la utilización de las plantas de incineración, que algunos países emplean para el tratamiento de residuos sólidos urbanos. Así mismo, reduce la necesidad de fuentes primarias, lo que conlleva a un significativo ahorro de recursos naturales. El reciclado, por lo tanto, ayuda a proteger el ambiente reduciendo los riesgos asociados con disposición de colas o relaves así como también la utilización de las plantas de incineración, que algunos países emplean para el tratamiento de residuos sólidos urbanos. Así mismo, reduce la necesidad de fuentes primarias, lo que conlleva a un significativo ahorro de recursos naturales.