Para Anselm Grun, nuestros sueños son la lengua olvidada de Dios y los ángeles, sus mensajeros nocturnos. Los sueños nos describen la situación a nuestro alrededor y nos muestran las tareas que debemos enfrentar en el camino espiritual.
Para Guido Kreppol, el mensaje de los sueños es especialmente importante cuando nuestra vida está oscurecida, ya que nos muestra una visión de las cosas que excede el horizonte de la conciencia diaria.