Recibir del profesor Ricardo Urzúa la invitación a prologar su libro provocó en mí una serie de emociones diversas. En primer lugar, el inmenso honor de tener tamaño privilegio. Luego, compartir en cierta forma con el autor, el sueño de todo profesor de plasmar en un libro todo cuanto un docente tiene la imperiosa necesidad de transmitir en sus clases, escritos y presentaciones. Todo ello a priori, sin haber leído la obra; pero luego de analizarla, la enorme felicidad de estar ante un trabajo magnífico, correcto, preciso y sencillo, dentro de la complejidad del tema, tratado con notable precisión y de manera creativa.

Creo sin dudar que, a la poca bibliografía sobre el tema, se agrega un volumen que será de verdadera utilidad para colegas especialistas, clínicos y estudiantes. Los conocimientos adquiridos en la universidad deben ser permanentemente renovados, acorde con los vertiginosos cambios y el constante progreso en nuestra especialidad, como en la odontología en general. La radiología abarca una variedad de procedimientos; el equipamiento evoluciona velozmente y ello obliga a radiólogos, clínicos y cirujanos a conocer y actualizarse de forma permanente para indicarlos adecuadamente, ya que la prescripción de una radiografía debe realizarse con la convicción de que ayudará al correcto diagnóstico.

Está de más señalar la importancia de los distintos capítulos que trata, pues con justeza, podemos afirmar que en ellos se analizan minuciosamente las técnicas convencionales, tanto como las herramientas computarizadas, procesamiento, etc., con un material gráfico de excelente nivel. El texto es enriquecido con la descripción exhaustiva de los procedimientos para la realización de técnicas intraorales y extraorales, telerradiografía, radiografía de los huesos de la mano y edad ósea, además de tomografía convencional y computarizada de los maxilares. Por último, un capítulo sobre procesamiento y manejo de la película radiográfica, en el cual se analizan errores y corrección de los mismos, que resulta de gran utilidad para obtener un óptimo resultado de los distintos exámenes estudiados.

Se percibe que el profesor Urzúa y sus valiosos colaboradores han puesto todo el esfuerzo, voluntad y conocimientos, agregado al amor que hace falta para plasmar obra tan lograda y a la que auguro un éxito constante, puesto que se trata de un aporte de auténtica jerarquía a la especialidad y a nuestra profesión, además de motivo de orgullo para la radiología latino- americana. Considero justamente valioso y plenamente justificado su esfuerzo.