Todo hombre tiene un ángel. Este es el mensaje consolador que Anselma Grun encuentra reflexionando sobre veinticuatro historias bíblicas.
Cada persona necesita un espacio en su interior de protección y de reflexión creativa. En este espacio es donde viven los ángeles que nos guían por el camino del amor, la dulzura y las ganas de vivir. Los ángeles nos hacen sentir que estamos protegidos, que nunca nos abandonan. Nos acompañan en todas las situaciones de la vida, en la soledad, en la cárcel, en el miedo, en la depresión, en nuestra resignación y hasta en la muerte.