Después de años de dar clases de canto empecé a notar que, cuando un alumno llega a su primera clase, muy rara vez tiene idea de lo que le espera. Es decir: las clases de canto son un misterio para cualquiera que no las haya tomado. En las entrevistas, me hacen preguntas que van desde ¿enseñás a respirar? hasta si yo hablo bajito, ¿igual puedo cantar? o ¿podemos cambiar mi voz para que suene como la de Michael Jackson?
Muchas personas se sorprenden y se alegran cuando les digo que vamos a trabajar con su voz, pero con todo su cuerpo también. Ahí empiezan las preguntas: ¿entonces podemos hacer cosas de relajación? o los comentarios ¡¡Ah!! ¡Qué bueno, porque yo siempre tengo una contractura acá! (previo señalarse el cuello o un hombro). Y les explico que sí: uno es uno solo, uno entero, no un cuerpo y una voz. Y ahí empieza el recorrido.
Este libro no pretende sustituir una clase de canto, sino orientar a todos los que quieren cantar y nunca se animaron a tomar clases, a los que no quieren tomar clases pero sí cantar, o a los que ya toman clases y eso empezó a despertarles más curiosidad acerca de su voz [.] para que, de a poquito y con espíritu aventurero, vayan probando en sus casas cómo es esto de jugar a ser cantante (siempre creí que uno es en la medida en que uno se anima a jugar a ser).
Introducción
Primera Parte
El cuerpo del canto : con qué canto y cómo lo uso
Segunda Parte
El alma del canto : desde dónde canto y qué lo sostiene