En este texto se analizan, con la participación de prestigiosos profesionales, la epidemiología, las bases fisiopatológicas y los principios básicos de la ventilación mecánica. Ricamente ilustrado con figuras y tablas, se evalúan en forma crítica los diversos modos ventilatorios y sus aplicaciones clínicas en diferentes patologías, tanto en adultos como en el ambiente pediátrico.

De todas las intervenciones más comunes que empleamos, quizás ninguna simbolice los requerimientos de la medicina critica tan claramente como la necesidad de ventilación mecánica.
Efectivamente, fue la capacidad de sostener el soporte ventilatorio más allá del escenario quirúrgico lo que permitió que las unidades de cuidados intensivos llegaran a establecerse como tales.
La ventilación mecánica proporciona a los pacientes el soporte necesario para recuperarse de condiciones con riesgo vital inminente reversible, tales como el síndrome de distrés respiratorio agudo, insuficiencia respiratoria aguda y coma. Antes de la disponibilidad de este recurso estas condiciones comunes a menudo culminaban innecesariamente con la muerte.

Sin duda, la ventilación mecánica ha sido un instrumento "salvador de vidas", pero mas que eso, ha permitido que innumerables personas con serias enfermedades sobrevivan con cierto grado de confort, impensable sin el uso de sedación profunda y de analgesia que el soporte ventilatorio permite.
A medida que nuestra profesión adquirió experiencia con el uso de ventilación mecánica con presión positiva, aprendimos rápidamente que esta modalidad de tratamiento debe ser aplicada con gran destreza con el fin de evitar los riesgos asociados. Estos riesgos han probado ser numerosos y peligrosos porgue amenazan la vida.

La necesidad de un sello hermético de la tráquea implica incomodidad para el paciente y conlleva las complicaciones propias de la intubación prolongada.
Aunque problemas como la ulceración traqueal estenosis y malacia se han superado con la mejoría constante de las técnicas y materiales, no todos los problemas son asociados a la intubación han desaparecido.
La contaminación del pulmón inducida por la apertura del tubo, de la vía aérea artificial, continúa predisponiendo la aparición de neumonía asociada a ventilador, incompetencia glótica y daño laríngeo que influye de manera adversa en la vida de los pacientes ventilados, incluso largo tiempo después de la extubación.

Durante las primeras décadas de la práctica en unidades de cuidados intensivos enfrentábamos el compromiso hemodinámico y el barotrauma asociado con el uso precoz de presiones y volumen corriente excesivos en la vía aérea. A través de la experiencia clínica y esfuerzo científico perfeccionamos el uso de PFEP, encaminamos sus características hacia la búsqueda de ventajas terapéuticas. Rápidamente aprendimos que pacientes debilitados por el estrés de una enfermedad prolongada, la interacción entre el paciente y el ventilador es a menudo difícil de alcanzar.