¿Conseguiremos algún día alejarnos del exceso de consumo en nuestra sociedad? Quizá la mejor regulación es cruzar el puente del silencio, recuperando placeres inocentes como leer un libro o la mágica irisación de la luz deslizándose por la ventana o practicar la experiencia y la ternura con los demás y con nosotros mismo. Quizás también por ello nos sugiere algo tan antiguamente entrañable como intentar escribir un diario, planteado como registro de pensamientos y estados de ánimo, pero también de acciones ordenadas que nos transporten hacia un estado mental positivo, cultivando fortalezas y virtudes. Vivir con Atención Plena nos sumerge en el paisaje de la vida con un estado mental positivo.