Quienes escribieron elste libro concuerdan en que es necesario reconstruir el sentido de la escuela, plantear otros modos de habitarla y planificar un futuro diferente para las infancias del siglo XXI. Nos invitan a cambiar las reglas del juego, empezar a dudar de las certezas normalizadoras, donde todos los niños son iguales.
Introducción
Una pantalla no es una escuela
Lo que el virus nos dejó
Tensiones y contorversias
De la desesperanza a la reparación
Habitar la escuela
Qué escuela queremos
Escuela, pandemia y postpandemia
La telaraña en las pupilas