De niñas lo compartieron todo y con los años se volvieron mujeres divertidas, sexis e independientes. Y juntas crearon una empresa donde cada una pone lo mejor de si para convertir una boda en el día perfecto. El éxito está asegurado si Parker se ocupa de la organización, Laurel del banquete, Emmaline de las flores y Mackensie de las fotos.
Pero celebrar varios enlaces a la semana no garantiza encontrar el amor, que suele aparecer cuando y donde menos se lo espera, como acaba de sucederle a Mackensie Elliot. Mac siempre se ha sentido más cómodo detrás de la cámara, con la que capta esos instantes de felicidad en los jamas ha creído.