Este libro está dirigido a profesionales que llevan adelante la desafiante tarea de enseñar a leer y escribir, y a estudiantes de magisterio que se preparan para asumir ese desafío, que conlleva, según palabras de Ana María Kaufman coordinadora de la experiencia y de la organización de sus resultados en este libro: vicisitudes de esfuerzo, angustias y alegrías. Es un aporte para que los docentes comprendan acabadamente cómo piensan y aprenden sus alumnos y cuáles son las características de aquello que se quiere enseñar. Ello les permitirá evitar continuar enseñando a leer y a escribir desde una perspectiva constructivista y luego aplicar evaluaciones tradicionales para constatar lo aprendido, que generalmente no evalúan procesos, sino estados. Miden, casi siempre, saberes lingüísticos desligados de las prácticas sociales de lectura y escritura; esto solía ser lo habitual en las aulas. El eje de este material consiste en evaluar de qué diferentes maneras los niños van abordando las mismas situaciones de lectura y de escritura, y cómo ponen en juego determinadas estrategias para procesar la información y elaborar textos, año tras año al comenzar cada grado y finalizarlo.