El interés por la calidad de vida relacionada con la salud, concepto introducido en el ámbito sanitario hace más de tres décadas, es un fenómeno en expansión tanto en la investigación como en la práctica.
Los objetivos fundamentales de la actuación médica son prevenir, curar y aliviar. Tradicionalmente se ha considerado que el incremento de la supervivencia es su objetivo básico. Pero la prolongación de la existencia a cualquier precio no resulta aceptable en determinadas circunstancias.
La valoración de la calidad de vida relacionada con la salud se lleva a cabo mediante instrumentos específicos diseñados para tal fin. Estas medidas, a diferencia de las "medidas clínicas tradicionales", se centran más en el paciente que en el proceso y recaban del individuo la evaluación subjetiva acerca de su estado de salud y del impacto de la enfermedad. Su gran interés radica en identificar, evaluar y considerar especialmente los aspectos observables que más influyen sobre la percepción de salud, para instaurar estrategias terapéuticas individualizadas y de alta eficacia para mejorarla.