Hoy día, en muchas partes del mundo, se reconoce a la Unidad de Cuidados Paliativos (UCP) como la forma más adecuada para atender a los pacientes que se encuentran en la fase final de su vida, ya sea porque padecen una enfermedad en fase terminal, como cáncer avanzado, o bien, las lesiones neurológicas que presentan están avanzadas, son incurables, y muchas veces progresivas, o bien, limitan gravemente su calidad de vida.

Por ejemplo, los niños con malformaciones congénitas graves o con diversos síndromes genéticos que se consideran letales, son candidatos para ser atendidos en la UCP. Cada uno de los miembros del equipo multidisciplinario que trabaja en esta Unidad tiene una especialidad médica reciente, que ha logrado gran impulso en otros países de América, como Estados Unido, y de Europa. Esto ha permitido tratar con dignidad y respeto a los pacientes que se encuentran en esta difícil situación. No cabe duda que los cuidados paliativos reivindican los derechos de los pacientes, fortalecen la relación médico-paciente y fomentan la humanización del ejercicio médico.

En esta obra se plasma la experiencia del Instituto Nacional de Pediatría de México, que inició este programa de atención integral en 2005 y ha funcionado desde entonces como un equipo de apoyo, multiprofesional e interdisciplinario, que se integra a los servicios tratantes de los pacientes, lo cual ha sido una experiencia exitosa y humanizante, que promueve una muerte menos dolorosa y muchas veces con mayor calidez humana.