Conocer la tecnología de nuestro hogar puede solventar una situación comprometida, puede evitar que nos hagamos daño o que estropeemos algo en casa. No nos damos cuenta de que la lavadora o la nevera existen hasta que dejan de funcionar. No sabemos qué supone disponer de energía eléctrica hasta que un fallo nos estropea una cena con los amigos. Si el calentador del agua falla a media ducha, unos mínimos conocimientos de sus mecanismos internos pueden resolver la cuestión sin necesidad de esperar al técnico. Por otro lado, entender los sistemas de nuestro hogar puede ayudarnos a ahorrar energía y dinero, o, al menos, a saber qué tipo de reparación necesitan.