Todas las experiencias de vida que contiene destidos y cons las cuales se identifica plenamente el lector son habilmente enhebradas por Luis mediante un lenguaje persuasivo y coloquial, descarnado a veces y por lo mismo quizas mas contundente que sabe adaptarse a las circunstancias y que para nada desentona con el idioma reflexivo y culto que por momentos utiliza el omnisciente, trasladandonos al genial Alejo Carpentier por ejemplo cuando el autor nos invita a transitar los senderos torrentosos de una opera de Verdi. Y precisamente en esa aleación complejidad de ambos lenguajes, los cuales lejos de estorbarse se complementan y enriquecen mutuamente.etc...