Los amantes ocultos -Pablo y Matilde- saben d ellos inconvenientes para declarar a viva voz ese sentimiento que los une y, más allá d ellos impedimentos, se refugian en la Isla de Capri. Así, el recio Capitán no dirá ser el autor de esos versos míticos ( para no causar con su dicha el dolor de otra persona) y por diez años ese libro será un hijo natural, no reconocido.