Estos Modismos Paraguayos compilados en esta edición creo que reflejan exactamente una manera de vernos a nosotros, los paraguayos, en un contexto diferente, porque, al leer las diversas páginas, muchos momentos de memorias dormidas de la infancia acudieron de repente como si fueran súbitamente despertadas.

Y recordé, con notable cariño y alegría, cómo hablaban tantas personas que fueron parte, en algún momento, de ese universo que representaba el mundo que me tocaba vivir.

Y creo que Natalio, aún sin esta experiencia directa, tuvo la inquietud de leernos a nosotros con cariño, con total afecto y respeto, porque el solo hecho de robar horas a nuestra familia y amigos, al descanso o a la diversión, habla a las claras de un compromiso personal de ofrecer algo a los demás, que es, no solo un descanso y una diversión para el alma, sino también, en forma muy especial, un regalo para nuestros seres queridos.