Nunca imaginó Arthur Conan Doyle que la criatura creada por su imaginación le daría fama y fortuna. Fue hacia 1885 que este médico, admirador de la obra de Poe y Verne, dio forma al más famoso detective de todos los tiempos, protagonista de aventuras atrapantes y responsable de la resolución de los casos más enigmáticos, a partir de las deducciones de su mente sagaz.
Publicadas por primera vez en una revista, pronto las aventuras de Sherlock Holmes y su inseparable Watson cautivaron al público y, de algún modo, obligaron al autor a escribir, casi a regañadientes, nuevas historias con el detective como protagonista.
En esta edición hemos seleccionado sus mejores casos, interviniendo los textos para lograr el mismo impacto en los lectores actuales que aquel generado por las primeras apariciones del detective, en la lejana y brumosa Inglaterra de finales del siglo XIX.